(Este romance devoto se conoce también con el nombre de La Virgen y el Ciego o Romance de la huida a Egipto, para escapar de la matanza de los inocentes decretada por Herodes)
- Camina la Virgen pura,
camina para Belén,
y a la mitad del camino
pide el niño de beber.
- No pidas agua, mi vida,
no pidas agua, mi bien,
que vienen los ríos turbios
y no se puede beber.
- Un poquito más “adelante”
hay un verde naranjel,
que lo cuida un cieguecito,
cieguecito que no ve.
- Ciego dame una naranja,
“pa” a este niño entretener.
- Entre, la Señora, en el huerto,
coja las que ha menester.
- Cogía de una en una,
salían de tres en tres,
la rama que estaba seca,
volvía a reverdecer.
- ¡¿Quién es aquella Señora,
quién es aquella mujer?!
- La Virgen de los Dolores
que nos viene a socorrer,
a los ojos me dio vista
y en el corazón también.